sábado, 12 de julio de 2014

INTELIGENCIA DORMIDA ZZZZZZZZzzzzzzzz





La inteligencia (del latín intellegentĭa) es la capacidad de pensar, entender,

 asimilar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas. El Diccionario 

de la lengua española de la Real Academia Española define la inteligencia

entre otras acepciones como la «capacidad para entender o comprender» y 

como la «capacidad para resolver problemas».  La inteligencia parece estar 

ligada a otras funciones mentales como la percepción, o capacidad de recibir 

información, y la memoria, o capacidad de almacenarla.



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Giorgio Jackson ex presidente de la FEUC, diputado por Santiago Centro. El problema ya no es el acceso al conocimiento sino el filtro para procesarlo. Por lo tanto, los procesos educativos ya no debieran tratarse sobre transmisión de conocimientos sino de crear habilidades para sacarle provecho. Estas nuevas habilidades tienen que ver con el ejercicio del pensamiento crítico, que nos permita filtrar el exceso de información. De aquí se desprende también la necesidad de ser hábiles al seleccionar la información, algo que explica el éxito de Twitter como herramienta comunicativa que te obliga a ser conciso. A la vez es importante ser capaces de expresar emociones e ideas para relacionarnos con otras personas, aprender a respetar a los demás para poder trabajar juntos, estar conscientes de nuestros derechos y deberes para canalizar inquietudes; cada persona tiene que saber el lugar que ocupa en la sociedad. Y ya hablando de la educación superior, cada vez necesitaremos más ciudadanos capaces de generar investigación interdisciplinaria, tanto básica como aplicada, algo que es ya una tendencia en el mundo.




PENSAMIENTO CRÍTICO

El pensamiento crítico

                                                                                                                  Por , Psicóloga.
Ser capaz de utilizar un pensamiento crítico significa que piensas por ti mismo, que no aceptas las ideas y opiniones de los demás simplemente porque lo dicen ellos, lo dice la mayoría o lo dice la sociedad, sino porque has pensando en ello, conoces los argumentos a favor y en contra y has tomado tu propia decisión respecto a lo que consideras verdadero o falso, aceptable o inaceptable, deseable o indeseable.
Por supuesto, tener un pensamiento crítico no significa llevar la contraria a todo el mundo o no estar de acuerdo con nadie jamás, pues eso no sería un pensamiento crítico, sino un capricho que se limita a oponerse o contradecir lo que piensen los demás.
Cómo usar un pensamiento crítico
1. Escribe tus ideas iniciales acerca de un tema concreto que deseas analizar.
2. Busca otros puntos de vista e idas diferentes, ya sea preguntando a las personas que conoces, buscando información en internet o abriendo algún tema de discusión en algún foro de la red.
3. Conoce las opiniones de expertos en ese tema.
4. Analiza los diferentes puntos de vista, ideas y opiniones. Puedes crear un gráfico con las ideas a favor y en contra. Luego compara estos puntos de vista con tus ideas iniciales.
5. Con toda esa información, decide por ti mismo cuál crees que es el punto de vista u opinión más acertado o razonable.
A menudo, este punto de vista suele ser una combinación de las ideas e información que has recopilado. Si comparas tu nuevo punto de vista con tus ideas iniciales, verás que ahora tienes una opinión más sólida, con mayor riqueza de contenido, más profunda y que además te resulta más fácil de defender porque has profundizado en ella, tienes las ideas más claras y suficiente información y conocimiento del tema como para defender tus ideas si es necesario.
Mantén siempre cierto grado de flexibilidad y apertura a nuevas ideas que no has tenido en cuenta en tu análisis, pues la conclusión a la que has llegado no tiene por qué ser definitiva, aún puede enriquecerse y modificarse con nueva información. Tener un pensamiento crítico no significa que tus ideas sean rígidas e inamovibles, sino tan solo que piensas por ti mismo y sacas tus propias conclusiones.
Ten también en cuenta que una persona puede pensar por sí misma y tener una opinión propia prácticamente de cualquier cosa, incluso de aquello de lo que no tiene ni el más mínimo conocimiento. Esto no es usar un pensamiento crítico, sino más bien usar la imaginación para inventar opiniones sin fundamento alguno. Este es un modo de pensar que, en vez de enriquecerte, te empobrece, porque no te estás basando en la realidad para sacar conclusiones, sino tan solo estás fingiendo que sabes algo que en realidad no sabes. Si no conoces nada del tema es preferible que adoptes la opinión de alguien que sí parece tener conocimientos antes que inventar una opinión vacía de contenido; o mejor aún, sigue los puntos indicados más arriba para utilizar tu propio pensamiento.